Al final llego el momento mas esperado por todos los argentinos, unas elecciones legislativas defendidas a capa y espada por un grupo de idealistas retrógrados.
Sin sospechar en lo absoluto que detrás de es domingo gélido y plomizo, los esperaban una interminable serie de bofetadas.
Bastó un simple salón de cualquier escuela…Un espacio para analizar en soledad el destino que queremos dar a nuestro país, ese par de minutos fueron suficientes para castigar o premiar, para ser verdugos o compasivos.
Detrás de aquella puerta , sobre algunos pupitres gastados , aguardaban variadas boletas, con candidatos reconocidos y otros no tanto, con integrantes que no asumirán y otros que realizaran una labor acorde a nuestras expectativas .
Talvez fue la elección parlamentaria mas salvaje que nos tocó vivir, un pueblo dividido por patéticos dirigentes , lograron a tiempo retirarle la potestad que se habían conferido.
Una ves mas con la impunidad como bandera, nocivos oficialistas adelantaron las elecciones, pensando hallar a ignorantes ciudadanos y desorganizada a la oposición, pero se subieron a un tren de cartón que a pocos metros colisionó.
Fueron por todo a través de engaños y desprecios pero se quedaron con las manos vacías y burlados por la gran parte de los electores.
de nada sirvieron sus extraños avisos publicitarios , el abrupto cambio de expresión ,la modulación y el cariño artificial que desarrollaban a cada momento y en una campaña electoral financiada por nosotros.
A si quedó demostrado que fuera de la gripe A y el dengue hay otro virus superior que debemos exterminar y el voto fue el antídoto perfecto.
Con estos resultados, algunos se ven cabizbajos y desorientados, otros felices y esbeltos, detrás de una competencia atroz hay vencidos y vencedores… Pero en esta lucha institucional los grandes victoriosos fuimos los argentinos.